La Noche de los Museos: Noche de fiesta en el Etnográfico

Con actividades dentro de su predio y en la calle, buscando proponer una nueva forma de compartir el espacio público y ampliar la participación de los vecinos en actividades artísticas y culturales.

Ya a las ocho de la noche la gente empezaba a juntarse en la calle Moreno, el tránsito interrumpido entre las calles Defensa y Balcarce, donde tendrían lugar muchas de las actividades. Primero llegaron los tambores de Sandomblé, el grupo del barrio de San Telmo, hizo resonar con fuerza los ritmos de la samba afro brasilera.

 

 

 

Estudiantes de la Escuela Superior Rogelio Yrurtia comenzaban e invitaban a participar de la intervención construcción-colectiva "Nuestras huellas". En el patio del Museo se podía ver la muestra "Proyecto identidad latinoamericana" con sus dibujos, pinturas, esculturas y grabados.

 

 

En el interior del Museo en la sala “De la Puna al Chaco” del Noroeste argentino, empezaba el primer taller para chicos, de realización de máscaras y títeres que continuaron durante la noche.

 

En la sala “Entre el Exotismo y el progreso” empezaba la primer visita guiada de la noche: Tesoro oriental. ¿Cómo llegó un altar budista japonés a Buenos Aires? La historia de una de las piezas más impactantes del Museo”.

Pronto empezaría en la sala central del Museo el esperado espectáculo de danzas clásicas del sur de la India “Baratha Natyam”. Las bailarinas de la escuela DurgaMa junto a Silvia Rissi, nos acercaban estas danzas de los templos del Sur, expresión de una tradición con más de 2000 años de antigüedad.

 

 

En la sala “En el confín del mundo”,Intercambiar sentidos. ¿Qué es la arqueología?”. proponía como hace varios año, conocer a través del tacto, y compartir la experiencia entre personas con y sin discapacidad visual. Esta actividad tuvo el apoyo del Programa de Discapacidad de la Facultad.

 

Eran las diez cuando estalló la banda de tambores Estacatto haciendo temblar la calle con sus ritmos latinoamericanos.

 

En la planta alta, los educadores del Museo invitaron a los visitantes a vestir a una mujer inca con tejidos andinos como aksus, chumpis y llicillas, y a descubrir quiénes y cómo los usaban.

En la sala central, Catalina Briski y Victoria Morante sorprendían al público atento con su emotivo espectáculo de danza teatro.

 

Apartado de la circulación alegre e incesante entre las distintas salas, un nutrido grupo se convocaba para escuchar con atención historias de África a través de las colecciones del Museo Etnográfico. La charla estuvo a cargo de la Sección de Estudios Interdisciplinarios de Asia y África.

 

Afuera la calle se sacudía nuevamente ahora al ritmo de Olha Swingueira, bloco de samba reggae femenino. Algunos bailaron y otros aprovecharon para descansar y comer algo entre luces de colores y disfrutar el clima festivo.

 

En el patio del Museo, un refugio calmo y vegetal, se proyectaba la selección de cortometrajes etnográficos realizada por Observatorio Sur y DocAnt. Luego, de la mano del narrador Marco Mosquera el lugar se llenaría con la magia de personajes, cuentos y leyendas de la tradición oral.

 

A la medianoche comenzaba la visita guiada por la exposiciónDesafiando el silencio: pueblos indígenas y dictadura inaugurada en el Museo en el aniversario de los 40 años del golpe de Estado. En esta y en otras visitas surgieron reflexiones e intercambio sobre la actual situación que atraviesan los pueblos originarios en nuestro país.

En la calle, arrancaba la última actividad que se extendería con renovado entusiasmo hasta el final de la jornada, la clase de folklore “De vuelo en vuelo” animada por la calidez y vitalidad de Luciana Bianco y Gabriela Canuhé.

 

 

Adentro, la visita “La ceremonia del Hain” invitaba a pensar qué hacían las mujeres selk’nam durante la ceremonia secreta en qué los hombres jóvenes pasaban a ser adultos.

Una de las últimas actividades de la noche fue la visita guiada “Huellas del pasado, preguntas del presente”
, invitación a recorrer los pasos que siguen los arqueólogos para investigar el pasado.

 

 

Los que cerraron la velada, ya de madrugada fueron los más chicos, finalizando el último taller de máscaras y títeres con una “feroz” foto colectiva.

 

Ya con las puertas cerradas, se realizó un brindis celebrando la convocatoria y el trabajo realizado.

 

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